Tras adentrarse en el cine de una manera tan impetuosa como autocrítica (véase primeros tientos), Val del Omar tomó como norte su inquietud por los asuntos pedagógicos y de fomento cultural en un país con altas cotas de analfabetismo en el medio rural y los arrabales urbanos, llevándole a una implicación muy activa en las Misiones Pedagógicas de la República y en otros tejidos asociativos de signo progresista, sin contar las propuestas que él mismo probó de impulsar (Foto-fono-cine-teca Nacional, Asociación Creyentes del Cinema).
Val del Omar dijo que fue García Lorca quien le dirigió hasta Manuel Bartolomé Cossío, el fundador de la Institución Libre de Enseñanza y de las Misiones Pedagógicas que, junto con San Juan de la Cruz, constituyó hasta el final de su vida una de sus lecturas de referencia.
Entre 1931 y 1935, Val del Omar participó en varias de las expediciones de las Misiones Pedagógicas, especialmente en funciones que redoblaban su creencia en la nueva cultura universal de la imagen, antes que en la más académica y anquilosada de las letras. Así pues, actuó principalmente como fotógrafo, como cineasta y técnico en recursos visuales y sonoros, ocasionalmente como explicador para el itinerante Museo del Pueblo, y en cualquier otra necesidad que se planteara sobre el camino y él supiera resolver.
Algunas fuentes, recogiendo probablemente la locuacidad del cineasta-misionero, cifran entre cuarenta y cincuenta documentales de 16mm su producción en esta época. Más recientemente, esta cifra tan elevada ha sido puesta en duda, quizá porque no coincide con los hábitos de su escueta filmografía posterior.
En cualquier caso, todo indica que se trataría a veces de filmaciones elaboradas presurosamente, siguiendo los itinerarios geográficos de las sucesivas Misiones en las que participó. Por ejemplo, sus documentales sobre Santiago de Compostela o sobre Granada se dice que los rodó en no más de dos días. Tales documentos, acertadamente adscritos al rango del cine etnográfico, no tendrían a veces otro propósito que el de mostrar la geografía, las gentes, las costumbres de un determinado lugar en sucesivas escalas de las Misiones; a menudo, entre localidades harto aisladas entre sí.
Sin embargo, todo eso son conjeturas dado que hoy sólo conocemos una mínima parte de la filmografía de Val del Omar en aquellos años, incluso si se añaden aquellos documentos referenciados en tal o cual fuente (véase filmografía extraviada). Y, por otra parte, los films que hasta hoy se han recuperado sí presentan un cierto grado de elaboración en cuanto a montaje, rótulos intercalados o pasajes de una particular brillantez visual. [EB]
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